Bosque de bambú– la magia verde de Asia

2019-05-14

Kate The Traveller

Ver un bosque de bambú por primera vez en mi vida, fue una experiencia metafísica para mí.

 

Viajaba entonces por China, y la historia fue así…

 

Saliendo de la ciudad de Huangshan (en la provincia china de Anhui), dirigiéndonos hacia las montañas del mismo nombre, por la mañana sin café, con una sensación de brutalidad por madrugar, me hacía salir de mi sopor, los rebotes de la furgoneta en la cual viajábamos, saltando por una carretera llena de baches. Abriendo los párpados adormecidos y mirando casualmente por la ventana, empañada por mi propio aliento, constaté un cambio radical en el paisaje, que paso de ser el urbano al de montaña. Mis pensamientos desordenados circulaban alrededor de las altas colinas cubiertas de vegetación peculiar, por la que pasábamos en coche. ¿Por qué estos árboles están agachándose de forma tan extraña? Era como si estuvieran a punto de romperse. No presté demasiada atención al dilema, considerando el fenómeno simplemente como extraño. Después de llegar, comencé la subida de dos días a los picos de las Montañas Amarillas y me olvidé de la duda que me había asaltado antes. Después de descender de las montañas, con mi estado emocional más decaído, viajando al día siguiente por las áreas verdes de provincia Wuyuan, no pude contenerme más. Le grité al conductor: ¡deténgase aquí de inmediato! Asustado por mi reacción violenta, el conductor chino obedeció y detuvo el vehículo. Sali fuera del coche, preguntándole dónde estábamos exactamente y qué eran estos árboles. Con una media sonrisa, me dijo que este lugar es conocido por los bosques de bambú más hermosos de toda la región, admirados durante siglos. Yo entonces, me encontraba en el mismo corazón de este fabuloso templo verde.

Todos sabemos algo sobre el bambú, pero el conocimiento popular a menudo, no incluye los hechos más sorprendentes, que caracterizan a esta maravillosa planta.

 

No es un árbol sino un tipo de hierba.

Algunas variedades crecen muy rápido, hasta 3,8 centímetros por hora, lo que da un aumento de aproximadamente 90 cm por día. Por lo tanto, es la única planta en la tierra, que sigue el ritmo de la devastadora política de deforestación, llevada a cabo por el hombre moderno. El bambú alcanza la madurez después de 5 años y los altos árboles de bambú, con troncos gruesos, se forman después de 40 años. El bambú no necesita productos químicos, pesticidas ni fertilizantes artificiales para crecer bien. Cuando está cortado, los brotes nuevos salen prácticamente de inmediato de su complejo sistema de raíces, por lo que el bambú se renueva indefinidamente.

Una de las características más interesantes del bambú es sus propiedades antisépticas. La planta contiene en su superficie el Bamboo Kun, un agente antibacteriano, llamado así por un científico japonés, su descubridor. Esa sustancia contrarresta la deposición y el crecimiento, del 70 por ciento de las bacterias, que colonizan las superficies de todos los objetos que conocemos. Esto sucede en el bambú que crece naturalmente, así como en sus formas procesadas por el hombre.

La durabilidad del bambú es uno de los fenómenos más intrigantes de la madre naturaleza. Su resistencia a la tracción es mayor que la del acero. Debido a esta propiedad, el bambú se ha utilizado durante miles de años como material de construcción «para todo». Se puede decir que su papel en la economía de los países asiáticos no tiene precio, ya que se utiliza en gran escala en la construcción, la medicina, la producción de alimentos, la industria textil y muchos otros.

El bosque de bambú

En Europa, las ramas de bambú individuales, a menudo se pueden encontrar como un elemento decorativo de interiores. Populares jardines orientales albergan el bambú, en forma de pequeños bosquecillos. Pero el bosque de bambú es algo completamente diferente. Es un ser que te absorbe en su interior, e hipnotiza desde la distancia. El primer elemento llamativo de un árbol de bambú de una docena de metros, es que se dobla, a veces incluso hasta el suelo, si crece en una inclinada pendiente de montaña. Su rica corona de follaje le confiere ligereza extra. Cuando sopla el viento, parece que está bailando, y desde cierta distancia, las colinas cubiertas de bambú hacen venir a la mente, una imagen de un juguete de peluche o una mullida cola de zorro. Comparado con los bosques caducifolios y coníferos, este bosque está lleno de luz. Los delgados y suaves troncos de bambú, dan ligereza a la estructura siendo un monobloque de mil columnas. Es un bosque que chupa hacia dentro y su crujido crea música. Mirando infinitamente este maravilloso ser, entendí al oso panda. Desde este momento sentí la necesidad de quedarme en estas hermosas áreas verdes para siempre, sin necesitar nada más para vivir que el bambú y el agua.

El brote de bambú

Al visitar los pequeños pueblos en la tierra verde de Wuyuan, descubrí otro elemento fascinante del bambú. Su brote, el temprano retoño. En cada bosque de bambú se pueden ver esos brotes. Crecen directamente desde el suelo en forma de cápsula cónica, que me recordaban sistemáticamente a los huevos de las películas estadounidenses «Alien». Algunos de ellos se cortan y se venden en un mercado cercano, siendo una parte importante de la dieta china. Para poder comerlo, el bambú debe prepararse hábilmente de antemano porque sus brotes jóvenes contienen una toxina de cianuro. De acuerdo con la medicina china, el consumo regular de bambú ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunológico y combate la obesidad. Quizás es por esa razón, durante mis viajes por China, me encontré con una sociedad delgada y vibrante, que contrasta tanto con la apatía y enfermedades de los habitantes de Europa o las Américas. A mí no me gustó mucho el sabor de bambú, pero en la dieta china parece ser una exquisitez, porque se agrega a muchos platos.

El bambú es una planta característica del clima tropical y subtropical. En el este de Asia, es un elemento popular del paisaje, pero solo fue en China, en la provincia de Anhui, dónde llamo mi atención de una manera tan especial. La inmensidad de espacio que ocupan los bosques de bambú, en esta provincia verde junto a Shanghái, es inimaginable. Solo aquí comprendí qué es realmente el bambú y qué regalo tan poderoso es para esta parte del mundo.