Hanami, o como una vez al año, los japoneses pierden la cabeza por los cerezos en flor

2018-10-08

Kate The Traveller

Esto sucede en la primavera, cuando las especies de cerezos más populares y más abundantes, comienzan su floración.

 

Los japoneses van a los parques y a los jardines, en masa, para contemplar solemnemente el fenómeno. A menudo, bajo los árboles ricamente cubiertos de flores, se reúnen grandes grupos de admiradores encantados, tomando fotos de las flores y de ellos mismos con el fondo floral. Un picnic es una forma tradicional de celebración: es cuando las mantas y los colchones de plástico se distribuyen debajo de uno de los árboles en flor, se trae comida y se pasa el tiempo hablando, cantando o echándo una siesta. Una hermosa tradición, ¿Verdad?

 

Sakura quiere decir cerezo en flor. ¿Pero qué significa para los japoneses?

 

Hanami («ver flores» en japonés) es una tradición japonesa de admirar la belleza del cerezo en flor. Celebrar el florecimiento de estos árboles, tiene una larga tradición en Japón. Ya en el siglo VIII A.D. en el período histórico Nara, se admiraba solemnemente floración de los ciruelos llamados ume. En un período posterior, Heian (794 A.D.- 1185 A.D) el término Hanami entró en el lenguaje común por primera vez, utilizado en la épica histórica japonesa «Novela de Genji». En ese momento, se refería no solo a la admiración de las flores de cerezo, sino también a la glicina y otras plantas con flores, pero con el tiempo, solo se relacionó con las flores de cerezo. Inicialmente, la tradición de observar flores y celebrar bajo los árboles, se reservaba para la corte real. Con el tiempo se trasladó también al estrato social de los samuráis y en el período Edo se extendió a toda la sociedad. En ese momento, se establecieron muchos parques públicos, plantando muchos cerezos en ellos y alentando a la gente a celebrar su floración. También se crearon muchos hermosos híbridos, produciendo árboles más grandes y más magníficos, con más flores en cada rama. Hoy en día, los cerezos en flor todavía son recibidos con entusiasmo, pero también con nostalgia. El corto período de su floración siempre fue para los japoneses una metáfora del desvanecimiento, pero también de la renovación de la vida, los ciclos y la esperanza. Cada vez que veía los cerezos en flor, me invadía una sensación de euforia y felicidad general a mi alrededor. Todos los que se reunieron alrededor de los árboles estaban felices, sonrientes o pensativos. En ese momento, era demasiado fácil olvidar los aburridos deberes y los problemas cotidianos, que quedaban en algún lugar más allá de la valla del parque.

 

Los cerezos están muy extendidos en todo el este de Asia, tanto en China, como Corea y Japón, pero solo en Japón se les tiene un cariño tan especial a estos árboles.

 

Fenómeno masivo

Viajando fuera de la ciudad, en este momento tan especial para Japón, descubrí que los cerezos en flor es un fenómeno masivo. Lo mejor es olvidarse de los concurridos parques llenos de turistas, donde a menudo acercarse a una rama florecida es casi un milagro. En Japón los suburbios de las grandes ciudades, pueblos y laderas de las montañas están llenos de estos hermosos árboles. No hay fin a las posibilidades. Desde principios de febrero en Okinawa, en marzo y abril en Honshu hasta mayo en Hokkaido, puedes encontrar manchas rosadas prácticamente a cada paso en el paisaje verde de estas islas muy montañosas. Cada año, la estación meteorológica oficial de Japón, anuncia el pronóstico de floración de los cerezos, para todo el país en diferentes latitudes. Cada año es un poco diferente debido a las condiciones de temperatura. En una de las semanas de primavera cuando la temperatura aumenta, el cerezo libera sus cogollos que florecen durante siete días; en las semanas de primavera frías, espera sin embargo pacientemente, para los momentos de calor. De todos modos, estando en Japón alrededor de marzo y abril, está garantizado que, en alguna región de Japón, los cerezos florecerán. La facilidad para viajar en tren en Japón, hace que sea muy fácil moverse a donde nos conviene. Si por alguna razón no has podido llegar a tiempo para el período de máxima floración, ¡no te preocupes!, ¡Cuando cerezo está perdiendo la flor, es todo aún más bonito! Delicados pétalos de flores, golpeados por ráfagas de viento, se escapan en racimos, dando la impresión de que nieva, y las alfombras de flores harán que tu camino, sea donde sea que te lleve, se volverá absolutamente especial.

5 lugares donde vi cerezos en flor

1. Parque Nacional Shinjuku, Tokio

Es el primero en la lista porque para mí era el más espectacular. El parque cuenta con 65 tipos de cerezo y la cantidad de 1.300 unidades en total, en casi 60 hectáreas de terreno. Un rasgo característico de este jardín único, es que cada variedad de cerezo florece en un momento diferente; en la primavera en el verano y el otoño, y a menudo incluso dos veces al año, lo que significa que en cualquier época del año se pueden ver cerezos en flor. El parque está lleno de otros tesoros también; árboles de magnolia, glicinas, azaleas y cipreses, todo eso en el hermoso paisaje de los jardines japoneses, adornados con estanques y callejones verdes, rodeado de altos edificios del distrito popular de Tokio, Shinjuku.

2. Monte Yoshino

La montaña es hermosa, pero solo los excursionistas ambiciosos alcanzarán su cima. Es un viaje para todo el día, donde el viaje desde la estación de tren de Yoshino hasta la cima, nos llevará aproximadamente 3 horas a pie. También existe la posibilidad de tomar un autobús hacia los lugares estratégicos, pero a menudo abarrotado y lleno de colas, hace la experiencia miserable en lugar de hacer que el tiempo pasado en la naturaleza sea agradable. Debido a la popularidad de este lugar, es mejor ir allí en un día entre semana y temprano por la mañana. Esta ruta llena de cerezos, que más arriba conduce a montañas enteras, llenas de terrazas color de rosa, culmina en el mirador Hanayagura, con vistas panorámicas al mar de montañas y valles, alfombrados con cerezos.

3. Monte Wasakusa, Nara

Cuando las multitudes de turistas se están empujando en los callejones de un gigantesco parque de Nara, intentando abrirse paso, dando a comer a los ciervos y visitando templos históricos, hace falta alejarse un poco de las rutas turísticas trilladas y el ambiente cambia radicalmente, encontrando rincones tranquilos y silenciosos en el parque. En el extremo más lejano del parque, empieza la enorme montaña de Wasakusa, hacia cual conducen escaleras de madera bruscamente cuesta arriba. La entrada es de pago. Las vistas desde arriba se extienden hacia toda la ciudad de Nara y hacia las laderas boscosas de las montañas cercanas, de las que la montaña de Wasakusa es solo un empinado anuncio. La ruta hacia la cima está cubierta con cerezos y en las colinas cercanas se pueden ver muchos cerezos solitarios, que contrastan con el verde conífero que los rodea.

4. Parque del castillo, Osaka

En el parque, en el cual se encuentra un típico castillo japonés de ensueño, hay muchas oportunidades para admirar estas hermosas plantas. Muchos de sus puntos ofrecen una vista diferente del castillo en sí y sus murallas. El edificio original, destruido por los incendios y los bombardeos, está perfectamente reconstruido con los elementos que lo rodean; puentes y puertas. Te permite viajar en el tiempo, hacia la lejana era Edo, cuando el castillo estaba en su apogeo. Algunos elementos de la antigua estructura han sobrevivido hasta nuestros días y pueden ser admirados durante una larga caminata, entre las calles del antiguo complejo.

5. Nikko

El paisaje del Parque Nacional de Nikko, con el macizo montañoso coronado por el volcán Nantai, es un lugar excelente para esperar la floración de las variedades de los cerezos de la montaña. Dispersos en pequeñas cantidades en toda la ciudad, atraen con un color más fuerte que sus variedades urbanas. En la estación de tren, en el templo local o en la orilla del río, los cerezos son el acompañante de cada paseo en esta ciudad, donde sea que vayamos.